Barrio Baró de Viver

El barrio del Baró de Viver, uno de los cuatro conjuntos de Cases Barates levantadas a finales de los años 20 del siglo pasado, se construyó en unos terrenos que el Patronat de l´Habitatge de Barcelona, a través del Fomente de l´Habitatge Popular compró a la marquesa de Castellvell en el año 1928 a la orilla del río Besòs.

En el año 1932, la empresa se declara en suspensión de pagamento y cuando el Ayuntamiento y la Generalitat hiban a intervenir, la guerra civil dejó esto en punto muerto.

En el año 1941, el Ayuntamiento se queda con el patrimonio, del cual se hizo cargo El Instituto Municipal de l´Habitatge, después el Patronat Municipal de l´Habitatge, que construyó 334 viviendas unifamiliares entre los ríos Besòs, los talleres de la Renfe y el polígono industrial del Besòs, que dan el nombre de Baró de Viver por el alcalde de Barcelona durante la dictadura de Primo Rivera.

La República va a cambiar el nombre por Pi y Margall, pero con el régimen del general Franco va a volver al antiguo nombre. En el año 1958 y 1959 se va a producir una última llegada de emigrantes que van a construir nuevos bloques y en el año 1985 se lleva a cabo una reforma del barrio a raíz de la aprobación del PERI.

En el año 1989 el Patronat Municipal de l´Habitatge construyó el grupo de viviendas llamadas el Gran Salón, obra del arquitecto Emilio Donato, que comporta la desaparición de las antiguas Cases Baretes y su sustitución por nuevas edificaciones.

Desde unos años acá, el barrio de Baró de Viver ha roto su aislamiento histórico entre el rio y las vías del tren con la llegada del metro.

El recuerdo de las desaparecidas Cases Barates que dio origen al barrio ha dejado paso a nuevos edificios y parques junto al Besós.