La iluminación es lo esencial si deseas capturar una excelente foto

Una inspiradora historia artística. Antoni Bernad  (Barcelona, 1944), reconocido fotógrafo de moda y retratista, de grandes personalidades  como Salvador Dalí, Pasqual Maragall, Mercè Rodoreda, Artur Mas, Joan Brossa,  Antoni Tàpies, Teresa Gimpera o Josep Guinovart, nos revela la clave de la fotografía.

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El arte de fotografiar

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La primera sesión de fotografía de Antoni fue para la revista Telva en  el año 1966. Con más de 50 años de profesión y entrega a este mundo, ha ganado fama a nivel internacional por su increíble trabajo. Hasta el 26 de agosto, el Palau Robert expone en retrospectiva un grupo de fotografías que no guardan un orden cronológico, lo cual demuestra el talento y el sello que lo caracteriza como artista. Sello de una persona no solo creativa, sino también humilde, emprendedora, carismática y amable para con todas las personas con las que trabaja.

Antoni, ¿cuál fue el motivo que lo llevó a amar la fotografía?

Las revistas fueron el medio que me atrapó. Para ese entonces, era diseñador gráfico y me desempeñaba laboralmente en empresas dedicadas a la publicidad. Además, creo que corrí con la suerte de que entraban grandiosas revistas a mi casa que me hacían admirar aún más los detalles de las fotografías. Yo solía pensar “realmente me encantaría hacer eso”. En las agencias de publicidad trabajan muchísimos fotógrafos, considero que fue de gran ayuda, porque aprendí de ellos. Siempre mostraba interés, iba más a fondo y les preguntaba; también, en mis tiempos libres, cuando salía con mis hermanas y amigas trataba de imitar las fotografías que veía en las revistas y así iba practicando y perfeccionándome poco a poco. No fue fácil, no tenía las posibilidades de ir a una escuela ya que estaban en Suiza e Inglaterra y no contaba con los recursos necesarios. Fui creciendo en esto tras ensayar, e incluso sudar mucho porque no tenía los conocimientos de cómo revelar, mucho menos a qué temperatura debían ir las cosas. Muchas veces me quedaban bien, y  en ocasiones salían mal. Al ganar el primer premio de un concurso sobre cine de moda  que realicé, logré ir a Paris. Decidí plantearme como objetivo aprender en ese país con algún fotógrafo. Para ese entonces, el uso del flash era la moda, yo colocaba algunos focos y  difusores que imitaban perfectamente el ambiente.

Flash artístico

Quiero compartir una vivencia muy interesante. Habían profesional de la fotografía que a su vez eran artistas, obviamente era algo muy diferente y me hablaron acerca de comenzar un servicio de fotografía. Ellos me dijeron: “Nosotros nos encargamos de hacer las fotos y tú solo te dedicas a las firmas”. Quedé impactado, ya que uno era el director artístico de una revista y el otro fotógrafo egipcio. Les dije que no, pero luego lo pensé mejor porque podía aprender un poco al trabajar con ellos.

Capturar momentos, detalles, personajes pueden llevarte a fotografiar un sueño

¿Cuáles eran las posibilidades de surgir como fotógrafo con tan corta edad y sin la experiencia necesaria?

Considero que tuve suerte. No paraba de intentar, de tocar puertas, pero continuaba pasando hambre y tampoco podía darme el lujo de gastar porque no tenía mucho dinero. Mi esperanza llegó en el año 1967,  cuando un empresario de Barcelona me contactó ofreciéndome crear una campaña publicitaria. Esa fue mi gran oportunidad y el inicio de mi carrera.

¿Cuántas fotografías estima haber hecho en lo que lleva de vida?

No tengo ni idea cuántas, porque he hecho muchísimas, sobre todo porque hoy son digitales.

 Un ejemplo de constancia y pasión por el arte

¿A cuántos famosos ha retratado a lo largo de su vida profesional?

A varios. Mi preferido fue Manolo Blahnik, porque disfruta cuando le hacen fotos, y cuando una persona tiene afinidad con lo que hace, el trabajo es mucho más agradable y todo sale mejor. De las mujeres, mi preferida es Laura Ponte, sin querer opacar a las demás. Es mi favorita porque me ayudó en gran manera a desarrollar mis preferencias e inclinaciones artísticas. Yo intentaba encontrar la perfección de la mujer. Y con ella logré hacer numerosos personajes: pintores, actrices, cantantes, ópera…

¿Considera que mediante un retrato se puede conocer una persona?

Definitivamente. Por ejemplo, se hace notar, y por consiguiente conocer, la timidez que reflejan ciertos políticos que he llegado a fotografiar.

Bernad, ejemplo de constancia

 La fotografía es un arte delicado y preciso

¿Cuál personalidad se le hizo más difícil retratar?

Unas cuantas. Las personas que están enfermas son las que más cuesta fotografiar porque se muestran asustadas. Las personas no entienden que una modelo es igual de quebradiza que una persona mayor por defectos del cuerpo.

¿Cuál es su locación preferida? ¿Interior o exterior?

En interior se puede controlar la luz de una manera más fácil. En exterior, la cosa cambia, porque a veces hay exceso de iluminación y eso no es muy favorecedor. Lo esencial es que si le estás haciendo una foto a una persona y hay demasiada luz de por medio, no tomes la foto. La iluminación es el factor que garantizará que tu fotografía sea perfecta.