Lejos de tener una belleza de hogar, es tener una vivienda con buenas condiciones de higiene y con un orden impecable que no afecte nuestra apariencia física y sentimental e, inclusive que defina la fuerza y actitud con la que enfrentaremos el transcurrir de nuestros días.  Para estar un tanto satisfecho está más que comprobado que arreglar nuestra vivienda, es la primera señal  que nos entusiasma para colocar normas en otros espacios de nuestra vida.

Para que nuestro objetivo se cumpla como lo tenemos planteado, hay que tener muy claro por donde vamos a empezar ya que lo más complejo es dar el primer paso y la idea es no ir postergando para no atrasar las actividades que deberán atenderse. Mediante diferentes normas efectivas para el orden que debemos llevar, existe una gran cantidad de autores que han mostrado desde hace algunos años atrás sus textos y adiestramientos los cuales están enfocados en las mañas y secretos  para realizar el trabajo más fácil. Acá te ofrecemos  dos de  las normas más sencillas para que selecciones el más acorde para ti. ¡Sin pretexto!

Botar objetos

Lo primero que debemos hacer es separar las cosas que ya no vamos a usar o tan sencillamente que no queremos. Para agilizar trabajo es recomendable dividir los objetos en 3 pilas: la primera dejando las cosas que aun queremos mantener, la segunda será lo que no usaremos y la tercera es para dejar la que urge reparar o solucionarle algo. Además, están aquellos objetos que nos permite desconfiar pues a esos los colocamos en una caja cerrada y se le anotara la fecha. Si en el transcurso de un año no usamos nada de lo que contiene la caja es de lógica pensar que ya no lo usaremos, de ahí que podemos botarlos u obsequiarlos de una vez.  Hay que tener presente que para no estar botando las cosas, lo más importante es no guardar lo que no utilicemos por mucho tiempo.

Arreglar por clase

Lo mejor es clasificar por clases o grupos de cosas y no arreglar por dormitorio, de esta manera se puede observar en forma general la manera más fácil de seleccionar con que nos vamos a quedar y con que no.  Imposible olvidar: Un lugar para cada cosa y una cosa para cada lugar.

Lo mejor es clasificar por clases o grupos de cosas y no arreglar por dormitorio, de esta manera se puede observar en forma general la manera más fácil de seleccionar con que nos vamos a quedar y con que no.  Imposible olvidar: Un lugar para cada cosa y una cosa para cada lugar.

Comenzar con lo menos difícil

Se puede comenzar arreglando la ropa, siguiendo los textos, documentos, enseres, muebles de madera, etc . De esta manera se puede impedir desechar a la primera. Ahora bien, las fotografías y los recuerdos son los objetos que quedaran de últimos, pues cuesta mucho renunciar a ellos. Desde luego, para ubicar más fácil los objetos una vez arreglados, es aconsejable el método KonMarie el cual tiene diferentes espacios para saber distribuir todos los objetos bien organizados sin necesidad de unirse unas con otras.