La Rotonda es el nombre por el cual se conoce tradicionalmente a la Torre Andreu, de hecho, esta torre es la puerta de acceso al paseo urbano que se realiza en la actualidad entre los viajeros que visitan a la ciudad de Barcelona. Está ubicada en los pies de la Avenida del Tibidabo.

La torre Andreu fue para ese entonces uno de los símbolos del modernismo de la ciudad. Obtenido por la empresa Núñez i Navarro a finales del siglo XX, a pesar del tiempo y con diferentes renovaciones, la torre aún mantiene el frente con una hermosa presentación, la misma fue elaborada para en su momento por el experto Adolf Ruíz i Casamitjana y el alfarero Lluís Bru, tal como los factores que poseían una apariencia muy característica del proyecto único modernista del año 1906.

Última estación del Tramvia Blau

A muy escasos metros de las puertas de la Rotonda,  se encuentra la última estación del Tramvia Blau. Es el final de esa ruta del tranviario de la antigua Barcelona la cual produce aturdimientos, el Tramvia Blau pasa por una avenida, la cual se llama Tibidabo, es  como la cuarta calle más costosa de España según estudios realizados por las agencias inmobiliarias.

Desde luego, históricamente, las viviendas fueron ubicadas a bandas y bandas del recorrido y diseñada al gusto de la millonaria burguesía barcelonesa que existía para finales del siglo XIX.  Estas personas con mucho dinero confiaron en los grandes arquitectos que había en el mundo en esa temporada  así como Josep Puig i Cadafalch, Enric Sagnier, Adolf Ruíz Casamitjana.

Son muchas las historias por contar de los acontecimientos en la Avenida del Tibidabo,  Preciosa y grande a la vez, las cuales se entregarían para un texto completo de mitos urbanos cuyos interpretes son personajes especiales.  Con o sin historia la mitad es puro cuento y la otra mitad es verdad. En este momento ya la La Rotonda fue regenerada por el farmacólogo  y esplendido Salvador Andreu i Grau el afamado doctor para el remedio de la tos y papá de Madronita Andreu,  quien fundo la fotografía de catalán. Ahora bien, como resultado de la Guerra Civil Española, la familia Andreu se sintió forzada en abandonar su hogar en plena lucha y atravesar el Atlántico con dirección a Nueva York. Justo con la protección de los Republicanos, la torre se transformó de una cancillería a una embajada Soviética con una renovación de autoridad en su debida presentación.

En el preciso momento del enfrentamiento superficial e intrínseco, el cónsul Vladímir Antónov-Ovséyenko, fue enviado a Moscú transformarse en uno más de los difuntos de las purgas estalinistas de 1937.Se puede decir que de todos estos años de batalla, todavía se conserva en marcha el bunker que fabricaron los soviéticos para resguardar a sus empleados de los ataques de la avión italiana de 1938. 

Barcelona recibe millones de turistas cada año para ir a muchos lugares interesante, entre ellos la Torre Andreu, pero toca estar atentos por los amantes de lo ajeno que aprovechan los despistes para llevar a cabo hurtos que pueden causarles un disgusto. Para evitar estos posibles incidentes quizás necesites un chofer por horas en Barcelona.