Visita el imponente Palacio de la Música Catalana.
El majestuoso y sublime lugar fue construido entre los años 1905 y 1908, como sede del Orfeón Catalán. Este Palacio posee una importante posición al ser una de las salas de conciertos más impresionantes del mundo entero y a su vez, es considerado uno de los monumentos más representativos del modernismo en la ciudad de Barcelona.
Con una perfecta acústica, la sala de conciertos es el principal motivo por el cual una cantidad considerable de artistas reconocidos han estado presentes en sus instalaciones, contemplando el tan agradable ambiente artístico.
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Apreciando el Palacio de la Música desde su interior
La visita al Palacio inicia con una representación histórica de su pasado y presente, destacando su importancia en la sociedad barcelonesa y la influencia que causa en la misma.
La parte más importante del recorrido llega cuando es el momento de conocer la famosa y destacada sala de conciertos. Con luces, colores y vidrieras, la sala de conciertos atrapa la atención y admiración de los visitantes.
Los espectadores se sumergen en un mundo de fantasía al visitar el Palau de la Música.
Los bustos y esculturas también juegan un papel importante en la hermosura que caracteriza al Palacio y el escenario en general, desencadenando un ambiente agradable para disfrutar de los eventos que se realizan en las instalaciones del lugar.
La visita finaliza con la llegada al salón de descanso, también popularmente conocido como Sala Lluís Millet, la cual es una estancia impregnada del estilo modernista, abriendo paso a una pequeña terraza que cuenta con columnas cuya decoración presenta una variedad interesante de mosaicos que permiten añadirle un toque artístico acentuado.
Originalidad del Palacio
El Palacio, en el año 1971, fue declarado Monumento Nacional. La edificación es muy atractiva desde su parte exterior gracias a los distintos elementos arquitectónicos que le añaden sus rasgos distintivos, pero es el interior del Palacio donde relmente se aprecia aún más a fondo la majestuosa edificación, la magnífica sala de conciertos que posee.
Si tienes tiempo para visitar el Palacio de la Música Catalana, no lo pienses dos vece; e incluso, si no dispones del tiempo requerido para optar por hacer el recorrido por sus instalaciones, admiralo desde el exterior. Son hermosos regalos que solo Barcelona tiene.
